21 de mayo de 2011



Estoy enamorada de los planes que nadie entiende, me encanta salir a las tantas, reírme de mi misma, llegar tarde a los sitios, gritar, chillar y reírme a carcajadas por la calle, me encanta poner música en casa a las tres de la mañana, saltar hasta que se desgasten las tapas de los tacones, dejarme la voz en gritos de euforia, entrar en cualquier sitio, cualquier sitio donde haya fiesta y tirarme por el suelo, que me duela la cabeza de tanta fiesta, que me duelan los pies y andar descalza por la carretera, reírme hasta que me duela la tripa y no pueda más, llegar a casa medio borracha, montar una fiesta en la cocina, reírme de cualquier video gilipollas del youtube y desayunar viendo los simpsons, me encanta llegar a casa de madrugada y no acordarme de mi nombre, hay mucha gente que piensa que soy una irresponsable, pero lo que digan de mi, poco me importa, ¿Sabes qué pasa?, que solo vives una vez y yo voy a disfrutar cada momento.
Salí a la calle y me fijé en la cantidad de gente que hay en el mundo, suena estúpido, ¿verdad?
Algunos iban solos, otros acompañados, unos hablaban por teléfono, otros caminaban en silencio, serios, otros sonreían, guiris haciendo fotos... Y pensar que cada una de esas personas tiene una historia, pensar que también aprendió a ir en una bici sin rueditas, que también le gustó una persona y fue incapaz de decírselo, sentirte bien y de repente triste. Pensar que esa persona también dio su primer beso y tuvo su primer amor. Y así millones de personas, cada uno en su mundo, con sus problemas y sus momentos felices. Cada uno con su familia y sus amigos. Con experiencias vividas y las que quedan.

Ese día salí de mi pequeña burbuja y me di cuenta de que esta vida no tiene un rumbo, un camino que seguir. Dicen que querer es poder, ¿no? No sé... A veces todo lo veo tan difícil y a veces tan fácil.Y me muero del miedo. Supongo que hay que dejar que todo salga como tenga que salir, sin pensar todo el tiempo en nuestro futuro. Como dicen, tiempo al tiempo.


Cuando dejas las cosas sin terminar no puedes aprender. No cambies las normas, si es para ganar primero hay que perder. No ha sido más que tu trastorno bipolar.
Y si escapar, es lo más lógico. ¿Porque no piensas en salir de aquí? ¿Cuanto cuesta olvidar lo que quieres recordar? Tanto piensas merecer lo que no puedes tener.

19 de mayo de 2011


Si los que hablan mal de mí supieran exactamente lo que yo pienso de ellos, hablarían peor.

1 de mayo de 2011

Y al final, el amor que recibes es igual al amor que entregas.


Quizás porque no soy normal; mi vida tampoco.
En los pocos años que llevo de vida, he sufrido mucho y me han hecho mucho, muchísimo daño. Personas en las que pensaba que eran buenas para mi eran VENENO y me consumían físicamente e interiormente. Me desgastaron pero también me hicieron fuerte.
Me hicieron fuerte en el sentido en el que, por mínima que sea una cosa en la que desconfíe de una persona, JAMÁS la dejaré entrar en mi corazón.
Porque mi corazón es frágil y muy sensible y sé donde empieza y termina mi límite.
Porque…sabes una cosa que odio mucho? odio que me comparen con otras tías, porque para sentirme mejor me gusta pensar que no soy como las demás, que soy distinta, que no caigo en juegos en los que todas las demás si y me gusta ir un poco digamos...a contracorriente. Aunque sé que hay veces que no es así.
Sé que hay veces que no me puedo resistir a su sonrisa jodidamente perfecta, a esa mirada que puede hacer que en 1 milésima de segundo me sienta la persona más feliz del mundo y a que gracias a él haya salido de una monotonía en la que, por desgracia, estaba cayendo.
Llámame rara, pero no me gusta ser "normal"
Porque lo peor que te puede pasar en la vida, es que seas invisible y pases desapercibida.
Y no, no soy de esas.
Gracias a Dios (o a quien sea), soy como soy y sé hasta dónde puedo llegar. Te sorprenderá, pero sé que es inútil intentarlo porque va a pasar lo de siempre.
Por desgracia, no dejo huella a quien me interesaría dejarla y siempre será la que escriba elaboradas cartas y me respondan con una simple paloma mensajera.
La que nunca recibirá una rosa de su amado.
Y la que se morirá esperando a su amado, a que se dé cuenta y a que ÉL la quiera como ella le quiere.
Pero, querida amiga mía, es mi PAN de cada DÍA y ya estoy acostumbrada.
¿Y por qué me cuesta olvidarlo? Porque me gusta recordar lo que nunca tendré, soy una masoca, si.
Y si, a veces perdonamos a la gente simplemente porque todavía los queremos en nuestra vida.
Y tranquila, mi corazón está a prueba de balas;)