12 de mayo de 2012


El simple hecho de saber que tienes a algunas personas que se "preocupan" por ti y te quieren da...mucha tranquilidad. El mundo tiende al caos y, mi vida es un claro ejemplo. Pero siempre hay una luz, aunque sea diminuta, al final del camino. Y aunque me desespero enseguida, siempre hay un haz de esperanza que te ayuda a seguir, a poder levantarte, día a día y ofrecer esa sonrisa que tanto esfuerzo ha llevado.
¿Y qué será de mí a partir de ahora? ¿pasará lo que mi corazón lleva anhelando años? Ojalá lo supiera...
Pero como no lo sé, iré donde me lleve el viento y, lo que tenga que pasar, pasará.