30 de junio de 2012


Al anochecer, cuando el sol se oculta,
desde lo alto mi mirada te busca.
Hace horas que te espero,
pero mi amor es eterno.
Al anochecer, cuando la luz se apaga,
por fin pongo rumbo a casa.
Entre los sauces suspira el viento;
te ruego, mantén el fuego ardiendo.

Debes darte cuenta de que nos hemos pasado la vida desde pequeños respondiendo a la pregunta "qué me gusta".
Qué me gusta de comida, de ropa, de juguetes, de estudios, de trabajo, de amistad, de amor, de sexo...
Y ese "qué me gusta" marca nuestro mundo. Da la sensación de que si nos gusta algo es un indicador de un rumbo o un deseo, y debes saber que no.
Lo que nos gusta no es nuestro camino, ni tampoco lo que no nos gusta. A veces el rumbo puede estar en lo que nos provoca indiferencia, en aquellos que no nos apasiona ni aborrecemos.
Has de confiar en ti, no en lo que crees que te gusta a ti...La senda no la marca lo que te gusta a ti, sino que la marcas tú...

¿Sabéis cuando notas que tu mundo te puede, que todo a tu alrededor va a otra velocidad, que no te sientes cómodo con nadie y sólo deseas no pensar? Pues así estaba de perdida, algo sólo comprensible si has sentido ese estado en que todo vale y nada importa.



Siempre debes poner en tu vida más noches que días...


¿Ves toda esa gente caminando sin sentido pero en direcciones concretas?
¿te das cuenta como todos van hacia algún lugar, con algún propósito? Ni tú ni yo nos cambiaríamos ahora mismo por ellos. y eso es porque nos gusta nuestra vida, nuestro rostro, nuestro camino...No podemos entender adónde van, qué necesitan hacer...
Pero todo cambia por la noche...En plena madrugada fíjate en los edificios altos y verás que hay pocas luces encendidas, muy pocas. Casi todo el mundo duerme, tan sólo hay algunos que están despiertos...Y ésos son los que buscan y los que encuentran.
A esas altas horas de la noche, en las que todo el mundo duerme, ellos están amando o gozando de conversaciones intensas..Y ese sentimiento y esas palabras cambian su vida.


Ahora parecía que ya no tenía que preocuparme por ella, pero aún deseaba hacerlo...
Siempre he creído que las personas más importantes de nuestra vida todavía no las hemos conocido. Y como no existen, no nos preocupamos por si el coche las ha dejado tiradas, si se les ha muerto un ser querido, si están tristes o si les han abandonado.
No existen en nuestro mundo y, por ello, su tristeza y su felicidad no nos pertenecen y no nos afectan...Hasta el día que los conocemos y nos ponen al día de su mundo...
Ahora me daba cuenta de que pasaba lo mismo con la gente que perdemos y sabemos que no recuperaremos. Es como si debiéramos olvidar qué les pasa y les preocupa. Y eso yo no deseaba hacerlo; la gente lo hace por sobrevivir...Quizá yo no deseaba sobrevivir.

Aprender a caer antes que caminar


Sí, así perdí el miedo a las caídas. Y si pierdes el miedo a las caídas, caminas mejor y hasta puedes atreverte a correr. Todo en la vida debería de ser así. Primero caerse y luego caminar.


12 de junio de 2012

Amor de juventud


Si sacrifica su propio crecimiento y talento por amor, usted nunca encontrará la felicidad.

Es tan natural sentirse atraído, estar interesado y enamorarse durante la juventud como lo es para las plantas florecer en primavera. Y más aún, las agonías por amor son muchas y variadas.

Mientras todos son libres de enamorarse o sentirse atraídos por alguien y nadie tiene el derecho de inmiscuirse en sus asuntos privados; como un viejo amigo, me gustaría explicarles cuán importante es, desde mi punto de vista, no perder la visión de luchar por su propio desarrollo personal. Por supuesto, no hay reglas en el amor ni en el matrimonio y nadie tiene derecho de restringirle de ninguna manera. Pero no me gusta ver a jóvenes envueltos en relaciones frívolas sufriendo y agonizando por ellas cuando deberían estar plenos y felices.

Mi maestro con frecuencia decía que cuando una mujer actuaba con dignidad en sus relaciones, los problemas podían resolverse. Las mujeres, decía, no deberían tener actitudes facilistas, actitudes que tomen el amor a la ligera, ya que ello les llevaría a lamentaciones y sufrimientos.

Mientras escribo estas palabras con las jóvenes particularmente en mis pensamientos, mucho de lo que digo también se aplica a los jóvenes.

Para mi, el amor debería ser la fuerza que nos ayude a expandir nuestras vidas, hacer brotar nuestro potencial con una fresca vitalidad. Esto es lo ideal, pero muy a menudo, las personas pierden la objetividad al enamorarse.

La pregunta es: “¿Esta persona le inspira a trabajar más duro, o le distrae de aquello que tiene que hacer?. ¿Su presencia le determina a entregar más energía en sus actividades, a ser una mejor persona?. ¿Le inspira a realizar sus metas futuras y trabajar por ellas? o, ¿Es esa persona su  foco central, opacando todo lo demás?”.

Si usted está siendo negligente en relación a lo que debe hacer, olvidando su propósito en la vida debido a la relación que tiene, me temo que se encuentra mal encaminado. Una sana relación, desde mi punto de vista, es aquella en la cual las dos personas se animan para conseguir sus respectivos objetivos, a la vez que comparten sus anhelos y sus sueños. Una relación debe ser motivo de inspiración, vitalidad y esperanza.

En vez de convertirse en una pareja cerrada, creando un mundo en el cual sólo ustedes dos existen, es mucho más sano aprender de aquellos aspectos de su pareja que usted admira y respeta, y continuar haciendo esfuerzos  por mejorar  y desarrollarse usted mismo. Antoine de Saint Exupery, autor de El Principito, una vez escribió: “El amor no son dos personas mirándose una a la otra, pero sí dos personas mirando juntas hacia la misma dirección”.

Sé que gran parte de nuestra vida cotidiana tiende a ser rutinaria y poco emocionante y por eso hacer esfuerzos sostenidos para mejorarnos a nosotros mismos, puede ser difícil, pero entonces cuando usted se enamora, la vida parece estar llena de drama y emoción y sentirá que es el protagonista de una novela. Pero si usted se pierde en el amor porque se aburre y pierde todos sus caminos en la vida, entonces el amor no es otra cosa que un escape. Espero que no sucumba a esta visión de que el amor es el todo y el final, creyendo  que mientras esté enamorado, nada más importa.

Incluso si usted intenta usar el amor como un escape la euforia, definitivamente, no durará mucho. Como si fuera poco usted sólo se encontrará con más problemas, dolor y tristeza. Por más que lo intente, no podrá escapar de sí mismo. Si se mantiene débil internamente, el sufrimiento lo perseguirá donde quiera que vaya. Nunca encontrará la felicidad si no cambia desde su interior. La felicidad no es algo que otro, como su ser amado, pueda brindarle. Usted tiene que conseguirla por sus propios medios. La única manera de hacerlo es desarrollando su propio carácter y capacidades como ser humano, maximizando totalmente su potencial. Si sacrifica su propio crecimiento y talento por amor usted nunca encontrará la felicidad.

Sé que ahora puedo parecer un padre estricto, pero sólo digo esto por el bien de los jóvenes, particularmente aquellas jóvenes que muy frecuentemente son tan vulnerables a la persuasión de los jóvenes. Ellas actúan como si estuviesen aturdidas y pierden la habilidad de tomar  decisiones calmadas y racionales.

Debido a que las jóvenes son las que más frecuentemente salen heridas, ellas tienen todo el derecho de darle valor a su dignidad y buscar su propio beneficio.

Es por esa razón que yo siento lo importante que es para las jóvenes desarrollar fuerza interior y auto respeto.

Es degradante estar buscando aprobación constantemente. Si usted se encuentra en una relación donde no es tratada como demanda su corazón, espero que tenga el coraje y la dignidad de decidir que es mejor correr el riesgo de estar sola por un tiempo a mantener una relación infeliz.

El amor verdadero no son dos personas dependiendo la una de la otra, sólo puede ser alimentado entre dos personas fuertes, seguras de su individualidad. Una persona superficial, tendrá sólo relaciones superficiales. Si usted desea experimentar el amor verdadero, es importante primero, desarrollar una fuerte auto-identidad. El amor verdadero no es hacer aquello que el otro desea que haga, o pretender ser alguien que usted no es. El amor ideal se consigue solo entre dos personas sinceras, maduras e independientes.


Por DAISAKU IKEDA