Ahora parecía que ya no tenía que preocuparme por ella, pero aún deseaba hacerlo...
Siempre he creído que las personas más importantes de nuestra vida todavía no las hemos conocido. Y como no existen, no nos preocupamos por si el coche las ha dejado tiradas, si se les ha muerto un ser querido, si están tristes o si les han abandonado.
No existen en nuestro mundo y, por ello, su tristeza y su felicidad no nos pertenecen y no nos afectan...Hasta el día que los conocemos y nos ponen al día de su mundo...
Ahora me daba cuenta de que pasaba lo mismo con la gente que perdemos y sabemos que no recuperaremos. Es como si debiéramos olvidar qué les pasa y les preocupa. Y eso yo no deseaba hacerlo; la gente lo hace por sobrevivir...Quizá yo no deseaba sobrevivir.
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