Tal vez fuera demasiado serena y consciente para ellos. Es posible que algunos lo interpretaran como muestra de frialdad o de orgullo. Sin embargo, yo podía percibir algo cálido y vulnerable oculto tras esa fachada. Y ese algo, pese a ocultarse en su interior más recóndito, deseaba, igual que los niños pequeños cuando juegan al escondite, que alguien lo descubriera un día. Yo, a veces, vislumbraba de repente la sombra de ese algo en sus palabras, en su expresión.
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