1 de abril de 2013

¿Por qué?

Nunca lo sabré. Mis sentimientos hacia él son inconscientes e involuntarios...Si pudiera controlarlos, tener por seguro que pararía. Pero es tan adictivo...Y como todos sabemos, eso siempre acaba mal. Lo peor de todo es que no puedo estar triste, porque si no él me preguntaría y sólo podría contestarle: "Nada".
Ese típico "nada" que esconde más que todo lo que se pueda llegar a decir con palabras. Y si intento estar bien, me estaré condenando a que, poco a poco, se me vaya rompiendo el corazón en añicos, haciéndome daño a mi misma con ilusiones autodestructivas e inútiles.
No sé por qué sigo guardando la esperanza...

2 comentarios:

  1. Gracias por ser seguidora de mi blog.

    El tuyo me gusta mucho. Las fotos y los textos que eliges concuerdan muy bien.

    Espero que te vaya muy bien.

    Para cualquier cosa que necesites aquí estoy a tu disposición.

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    Respuestas
    1. De nada, hombre.

      Me gusta mucho la fotografía y no sé cómo casualmente encontré tu twitter con tu blog y me pareció oportuno seguirte.
      Oh, muchas gracias. La verdad es que antaño escribía más. A veces escojo fragmentos de libros que me gustan pero este en especial es de mi cosecha.

      Gracias por preocuparte. Pero sí, ahí voy.

      Gracias otra vez por tu comentario. Y lo tendré en cuenta. Pareces un chico muy interesante.

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