2 de octubre de 2011

El tiempo dirá.

El pasado carecía ya de importancia -una puerta cerrada-, salvo por el hecho de que había sido éste el que la condujo al presente. El presente era terriblemente incierto, un lugar de temores y dudas, inquietante. Pero el futuro estaba allí para despejar aquellos temores y hacer soportables pasado y presente. El futuro era el lugar donde ella tenía depositados todos sus sueños y esperanzas. Y ahora el futuro estaba totalmente fuera de su alcance.

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