Allí estaba el puro lenguaje del mundo, sin
explicaciones, porque el Universo no necesitaba explicaciones para continuar su
camino en el espacio sin fin. Todo lo que el muchacho entendía en aquel momento
era que estaba delante de la mujer de su vida, y sin ninguna necesidad de
palabras, ella debía saberlo también. Estaba más seguro de esto que de
cualquier cosa en el mundo, aunque sus padres, los padres de sus padres,
dijeran que era necesario salir, simpatizar, prometerse, conocer bien a la
persona y tener dinero antes de casarse. Los que decían esto quizá jamás
hubiesen conocido el Lenguaje Universal, porque cuando nos sumergimos en él es
fácil entender que siempre existe en el mundo una persona que espera a otra, ya
sea en medio del desierto o en medio de una gran ciudad. Y cuando estas
personas se cruzan y sus ojos se encuentran, todo el pasado y todo el futuro
pierden su importancia por completo, y sólo existe aquel momento y aquella
certeza increíble de que todas las cosas bajo el sol fueron escritas por la
misma Mano. La Mano que despierta el Amor, y que hizo una alma gemela para cada
persona que trabaja, descansa y busca tesoros bajo el sol. Porque sin esto no
habría ningún sentido para los sueños de la raza humana. "
1 de mayo de 2013
Amor
"Entonces fue como si el tiempo se parase y
el Alma del Mundo surgiese con toda su fuerza ante él. Cuando vio sus ojos
negros, sus labios indecisos entre una sonrisa y el silencio, entendió la parte
más importante y más sabia del Lenguaje que todo el mundo hablaba y que todas
las personas de la tierra eran capaces de entender en sus corazones. Y esto se
llamaba Amor, algo más antiguo que los hombres y que el propio desierto, y que
sin embargo resurgía siempre con la misma fuerza dondequiera que dos pares de
ojos se cruzaran como se cruzaron los de ellos delante del pozo. Los labios
finalmente decidieron ofrecer una sonrisa, y aquello era una señal, la señal
que él esperó sin saberlo durante tanto tiempo en su vida, que había buscado en
las ovejas y en los libros, en los cristales y en el silencio del desierto.
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