21 de abril de 2011




No sé lo que quiero hoy, ni lo que querré mañana. Realmente no sé si soy feliz con lo que hago o con lo que dejo de hacer, si tengo lo que quiero o sólo quiero lo que tengo. No sé si estoy rodeada por la gente que me gustaría o por la que tengo que estarlo. No sé si voy por el buen camino o me torcí hace tiempo...
Pero puedo decir sin dudas que disfruto de mi vida, que no voy a pensar en el futuro ni en el día en que moriré. Puede que dentro de algunos años mi vida cambie radicalmente y mi mundo tal y como es ahora deje de tener sentido. Esas cosas, esas personas, quizás caigan en el olvido. Por eso quiero salirme del camino, hacerle caso al corazón y no a la razón. Porque me gusta mi mundo tal y como es ahora y quiero aprovecharlo por si se derrumba. Quiero equivocarme, como ya he hecho varias veces desde que propuse no hacerlo, quiero correr y caerme, beber y emborracharme hasta el punto de no poder mantener el equilibrio y quiero enamorarme, reír hasta que se me salten las lagrimas, saltar y al rato llorar. Esto es como todo, probablemente él también pueda desaparecer. Pero no quiero pensarlo. Sólo sé que él no es una parte más de mi mundo...¡es mi mundo!.No voy a ser de esa clase de cobardes que se entregan a medias a la otra persona por miedo al dolor.¡Te quiero a ti!, quiero a mis amigos, quiero fiestas todos los fines de semana y quiero dejar de escuchar eso de: ¿has pensado en tu futuro?...pues no, no lo he hecho y no me da la gana de hacerlo.

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