1 de noviembre de 2011

Lo que no mata te vuelve paranoico.

Atrapado en tu propia mente, sin plan de huida, aturdido por la duda y con tus obsesiones como única guía, la realidad da paso a la ansiedad, cambiando de forma más deprisa que un contorsonista de circo. Ella empezaba a darse cuenta de que el peor lugar para perderse estaba en su propia cabeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario