24 de noviembre de 2012

Castillo de arena

El momento incómodo en el que, después de haber vivido mucho con una persona, hay algo que se pierde. 
Duele. Duele por dentro. Porque se destruye el pequeño castillo que habíais estado construyendo juntos. Se cayó cuando pasó todo pero siempre quedan los últimos montones de arena mojada que te pueden servir de base para el siguiente. Pero cuando ves que una ola viene, rápida y sin ningún tipo de aviso y, se lleva consigo toda tu esperanza, ya cuesta construir otro una segunda vez.
Es doloroso ver como algo tan importante, tan rápido como vino, se fue.

No hay comentarios:

Publicar un comentario