Te hace descubrir un mundo diferente. Un mundo
en el que no todo lo establecido es lo mejor y con el que empiezas a disfrutar
la vida, hablando de cosas sin importancia que te sacan una sonrisa. Un grado
de confianza superior al experimentado anteriormente. Una conexión que tardarás
años en encontrar el motivo, la forma y, sobretodo, el nombre a todo ese sinfín de sentimientos
contradictorios.
Un chico que demostrará poco, pero que su interior estará lleno de sentimientos, emociones; amor que le costará mucho expresar e intentará evitar por todos los medios.
Alguien con quien puedes ser tú misma y que te va a aportar una seguridad y una estabilidad carente en tu propia personalidad.
Un chico que demostrará poco, pero que su interior estará lleno de sentimientos, emociones; amor que le costará mucho expresar e intentará evitar por todos los medios.
Alguien con quien puedes ser tú misma y que te va a aportar una seguridad y una estabilidad carente en tu propia personalidad.
Por otro lado está el chico que acabas de
conocer. Aparentemente no es de esos que te llaman la atención a primera vista
pero que, por extrañas circunstancias, acabas hablando con él. Y vas
encontrando gustos similares. Además, es una persona que no necesita saber de
tu pasado, ni tú de él. Se crea una especie de burbuja que os envuelve a los
dos en la que no importa nada más y cualquier tema es válido.
De esos con los que pierdes la noción del tiempo, que te hacen sonreír por cualquier tontería. Porque muchas veces necesitas un poco de distracción a unos oídos comprensivos. Y porque te hace abstraerte de un falso "yo" para tomarte unas vacaciones de ti misma.
Un chico misterioso, odiado por muchos y querido por pocos, totalmente opuesto a ti en cuanto a relaciones con los demás, de forma de ser en sí, pero por alguna razón sientes un deseo irrefrenable de pasarte junto a él horas y horas hablando de cualquier cosa. Te hace sentir bien. Te hace sentir una atracción diferente que normalmente no sientes por los otros chicos. Con él nunca sabes que puede pasar. Nunca vas a saber lo que siente por ti, si es que siente algo.
El contacto físico es escaso pero cuando lo hay, te hace sentir especial y te olvidas de todo lo que hay alrededor. Si falta, te pones triste cuando en teoría no deberías pero...es una debilidad.
De esos con los que pierdes la noción del tiempo, que te hacen sonreír por cualquier tontería. Porque muchas veces necesitas un poco de distracción a unos oídos comprensivos. Y porque te hace abstraerte de un falso "yo" para tomarte unas vacaciones de ti misma.
Un chico misterioso, odiado por muchos y querido por pocos, totalmente opuesto a ti en cuanto a relaciones con los demás, de forma de ser en sí, pero por alguna razón sientes un deseo irrefrenable de pasarte junto a él horas y horas hablando de cualquier cosa. Te hace sentir bien. Te hace sentir una atracción diferente que normalmente no sientes por los otros chicos. Con él nunca sabes que puede pasar. Nunca vas a saber lo que siente por ti, si es que siente algo.
El contacto físico es escaso pero cuando lo hay, te hace sentir especial y te olvidas de todo lo que hay alrededor. Si falta, te pones triste cuando en teoría no deberías pero...es una debilidad.
Otro tipo de relación...
Quizás suene un poco egoísta (y lo es, desde la
visión masculina) pero hay veces que es inevitable amar a dos personas, a dos
mundos, a dos caracteres totalmente diferentes. Porque muchas veces ambas
partes son complementarias y necesitas a ambas para vivir. Blanco o negro,
calor o frío, conocido o misterioso...¿Cuál es el correcto? Ese es el quid de
la cuestión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario