7 de febrero de 2014

Más vale tarde que nunca.

Queridos Reyes Magos:


Ya sé que llego un poco tarde. Ya sabéis que a mí eso de llegar pronto nunca 
se me ha dado bien. Bueno, en realidad ahora sí. ¿Hablamos de mi vida, no?
Pues eso. Que paso de soltar cuatro frases bien puestas. Nunca he creído en 
vosotros, ¿sabéis? Siento decepcionaros, pero siempre he sido más de Papá 
Noel.  Nunca he esperado nada de vosotros porque nunca me habéis dado
motivos para ello.  Que bien, no me quejo. Con recibir regalos en Navidad 
me basta. Ese gordinflón me cae bien. Al caso, que veo estúpido pediros algo. 
Sé que no me lo traeréis. Además de que, no quiero nada material. 
Todo lo que me falta es una persona, ¿me la podéis envolver y 
dejármela debajo del árbol? ¿No, verdad? Entonces nada. No os molesto
más. Seguid con vuestro camino que habrán un montón de niños 
esperando que sí les llevéis algo. Yo me conformo con preservar todo
lo que tengo ahora y ser yo misma quien consiga aquello que quiero.
Aunque bueno, si tras esta carta decidís ingresarme anualmente
por estas fechas 100 euros o más no os diré que no. Me ayudará mucho 
para conseguir lo que deseo. Pero si es mucho molestia no, ¿eh? 
Fijaos lo buena que soy. Carbón a mí nunca.

Y eso, ¡bon voyage!

Un saludo, Aida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario